El Departamento de Transporte de EE.UU. ha lanzado una campaña animando a los pasajeros a mejorar su comportamiento en los vuelos… vistiéndose más formalmente. La iniciativa, presentada esta semana, sugiere que restaurar la “cortesía y la clase” en los viajes aéreos requiere volver a una vestimenta más respetuosa.

¿La “Edad de Oro” de los viajes aéreos?

El vídeo de la campaña presenta un marcado contraste: imágenes nostálgicas de pasajeros bien vestidos de las décadas de 1950 y 1960, marcadamente yuxtapuestas con escenas modernas de viajeros vestidos con ropa informal. La implicación es clara: cómo te vistes influye cómo te comportas. El secretario Sean Duffy ha alentado públicamente a vestirse elegante para los vuelos, criticando incluso la práctica de usar pijamas en los aviones.

¿Por qué ahora?

El momento, que coincide con la ajetreada temporada de viajes de Acción de Gracias, plantea dudas sobre el verdadero propósito de la campaña. Los críticos sugieren que el esfuerzo tiene menos que ver con mejorar el comportamiento de los pasajeros y más con la óptica, un tema común bajo la administración actual. La falta de detalles por parte de los funcionarios sólo refuerza este escepticismo.

¿Existe alguna conexión?

La idea de que la ropa afecta el comportamiento no es nueva. Los estudios en psicología del comportamiento sugieren que la vestimenta formal puede desencadenar acciones más educadas y consideradas, aunque el alcance de este efecto en aviones llenos de gente es discutible.

La pregunta más importante es si un código de vestimenta realmente abordará las causas fundamentales del comportamiento disruptivo en los viajes aéreos, como vuelos con exceso de reservas, largas demoras y estrés de los pasajeros. Es posible que el simple hecho de cambiarse de ropa no solucione los problemas sistémicos.

Esta campaña parece centrarse en soluciones superficiales en lugar de abordar los problemas reales que hacen que viajar en avión sea frustrante para muchas personas. Si bien el civismo es valioso, es poco probable que una mejor ropa por sí sola resuelva los desafíos de los viajes aéreos modernos.